Esta es una proposición para que algún organismo internacional promulgue alguna ley que prohíba a cierto tipo de anglófonos salir de sus países con motivo de “turismo”. La razón principal es que esta clase de turistas, en particular ingleses y americanos, han creado una inflación de precios en todos los lugares que antaño era susceptibles de ser visitados. Pobreticos, con lo entrañables que son con sus chanclas y sus bermudas, colorados como tomates. Pero hay que pararlo.
Unos cuantos ejemplos, bien conocidos por todos, son suficientes como motivo. Y no es que su moda extraña “calcetín-sandalia” nos moleste. Tampoco nos importa que no hagan ningún esfuerzo por aprender otros idiomas. Incluso nos hace gracia que les guste tanto la fiesta. Pero veamos algunas de sus fechorías macroeconómicas:
- La República Checa tiene una de las mejores cervezas de todo el mundo. En su capital, Praga, puedes tomarte una pinta por 0’50€. Pero no, los turistas anglófonos prefieren ir a un pub irlandés (que ni está regentado por alguien de Irlanda ni nada) a beberse una Guiness a 4€. Resultado, las cervezas en el centro de Praga ahora cuestan el triple.
- Que alguien me diga cuántos barceloneses han sido timados en las Ramblas en el juego ese de encontrar la bolita entre los tres vasos. De hecho, la mayoría se preguntarán cómo es posible que algo así exista, porque se ve a la legua que es un timo. Bien, miles de turistas anglófonos siguen perdiendo una pasta cada año. Resultado, tantos billetes a la vista ha hecho que las tapas en el centro de Barcelona estén a precio de oro.
- En su afán por seguir al pié de la letra las guías de viaje (en particular la anglófona Lonely Planet), estos turistas han creado un importante desequilibrio entre los bares y restaurantes recomendados y aquellos que no están citados en sus páginas. Resultado, los recomendados han aumentado de precio y los no recomendados intentan subsistir como pueden.
Si alguno de vosotros se encuentra con un turista anglófono, por favor, que lo detenga. Explicadle antes de nada que debe ponerse crema solar, que el sol es vida pero que también abrasa la piel. Segundo, decidle que gracias a él y al resto de sus compatriotas, los turistas no anglófonos están dejándose el dinero tontamente. Basta ya.
5 comentarios:
amigaaaa. Estás relatando la vida en Torrevieja! jejeje.
Pero a mi ya no me hacen gracia ni sus sandalias y calcetines hasta media pierna, ni sus caras de gamba ni los regomitaos que dejan después de salir de fiesta.
Se debería tener un permiso especial y que fuera obligatorio un examen de sentido común y respeto antes de ir a ninguna parte.
digo!! jejejeje. (Te he dicho alguna vez que cuando llegué a Escocia en la erasmus, de repente me hice del todo consciente de que estaba en su habitat natural y rodeada de ellos??!!!! jajajaja. Ese día casi salgo corriendo para España otra vez! jajaja)
Y un curso intensivo de cómo comportarse en los lugares santos (por ejemplo, en los templos budistas no se le puede dar la espalda a Buda, y no te puedes hacer una foto con su imagen).
Pobres, ¿te imaginas la ilusión de un anglófono comprándose sus primeras chanclas? Dicen que se las regalan ya por el bautizo. Rodean al bebé de sandalias y calcetines y le dicen "toma hijo, para tus viajes alrededor del mundo..."
Jaja!! Son imparables!!
Channn! Es la primera entrada que no me convence. Que las tapas en Bcn sea porque los turistas se dejan timar por los trileros... Meeehh! Tengo que ponerlo un poco en duda. Cómo vais? Hace un montón que no hablamos!
Es una hipótesis Maik!! Al menos todo lo que aparece en la Lonely Planet sube los precios a muerte al cabo de unos meses...
Cuando estuve en Bcn este verano, pasando por las Ramblas ví a 3 guiris siendo timados no consecutivamente, así que es su culpa! Si pagan una tapa a 5 euros cómo no van a subir los precios todos los bares de alrededor!
También es verdad!
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