martes, 26 de abril de 2011

A tus pies, Asia


En la mayoría de países del mundo, los pies son considerados como la parte más sucia del cuerpo. En algunos lugares, como en la India, los pies son además impuros. Las religiones también tienen en cuenta esta zona, y por ejemplo los budistas prohíben señalar a Buda con el pie. En Tailandia no se deben poner los pies sobre la mesa porque es casi un insulto para los tailandeses.

Pero todo esto no quita que los pies puedan embellecerse. Yo siempre he tenido una obsesión secreta con los pies, así que en verano se me puede ver distraída observando los pies de la gente, ya que el calor del sur de España invita a la danza de miles de pies semidesnudos en chanclas.

Asia tiene su propia obsesión “piecil”, pero en este caso en la forma de vestirlos. Puedo informar con un dato empírico: Asia es el continente con mayor número de zapatos de tacón por metro cuadrado. Incluso puede llegar a pasar que a una le apetezcan unas bailarinas planas, entrar a una zapatería, y que los tacones no bajen de 5 centímetros. Imposible encontrarlas. A las asiáticas les fascinan los taconazos, y cuanto más peligrosos, mejor. No es difícil ver a chicas subidas en aterradoras agujas de 12 centímetros corriendo por las escaleras mecánicas del metro, en una mezcla de maestría y magia, sin caerse y sobre todo sin perder la elegancia en ningún momento. Desde Malasia a China, pasando por Vietnam, Corea y Singapur, los tacones son la prolongación del cuerpo femenino, lo cual hace que su repiqueteo al caminar ya sea parte de la banda sonora de este continente, siempre seductor y fascinante.

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