sábado, 30 de abril de 2011

“Love Hotel”



Si entras a un hotel y los pasillos tienen una luz azul extraña y la recepción es poco más que un ventanuco por el que una mano te pasa la llave de la habitación, no hay duda: estás en un Love Hotel, un concepto inventado en Japón que pronto se extendió en la vecina Corea. Quedarse a dormir en uno es ya una experiencia tan coreana como comer kimchi en un restaurante de mesas bajas.

Los Love Hotels son un show por dentro y por fuera. Suelen ser edificios muy llamativos, incluso aunque estén en mitad de la ciudad, que recuerdan a tartas rosas con merengue incluido, o castillos setenteros con torres y todo. Los nombres siempre acompañan al estilo de las fachadas, así que “Romance” o “Feel” son muy recurridos. El interior de estos hoteles tan particulares merece una descripción detallada. Para los que todavía no sepan cual es “el uso” de dichos lugares, los siguientes datos aclararán sus dudas.

En la entrada, el nombre del hotel está escrito con luces de neón, y las letras chirrían, tipo en las películas, cuando los neones parpadean. Estos templos del fornicio tienen un logo que les identifica, una especie de bol de arroz humeante. Al entrar, una luz azul o rosa chicle invade los pasillos. Ni siquiera ves al recepcionista, ya que cuando le pagas te da la llave y ni te pide el pasaporte para llenar la ficha ni nada. Le has dicho cuánto te vas a quedar y no necesita nada más. Cuando llegas a la habitación, no puede estar más claro que está destinada a dejarte un espacio para cumplir todas las fantasías relacionadas con el “chusqueteo”. Espejos en el techo, un arsenal de lubricantes y sex- toys, cajas de pañuelos desechables en cada esquina… Todo ello con una decoración espantosa y horterísima que hace daño a los ojos, en la que los colores predominantes son el fucsia y el dorado, o el rojo intenso. Un olorcillo a látex envuelve la postal. Las paredes están recubiertas con purpurina y predominan las flores de plástico. Acabas de entrar a una película porno con todos sus accesorios. Los Love Hotels están por lo general muy bien equipados. Tienen una máquina dispensadora de agua mineral fría y caliente, una nevera (en la que hay unos brebajes que dicen ser afrodisíacos), secador de pelo, aire acondicionado, una decena de toallas de ducha (¿para qué tantas?), albornoces y zapatillas. También pueden tener jacuzzi, un diván, y hasta un ordenador. Muchos tienen una tele de plasma que retransmite contenido pornográfico las 24 horas, pero puedo decir que el porno asiático es muy “light”, y no se ve nada explícito. Las habitaciones de estos hoteles son enormes, nuevas y modernas (no son nada cutres, como se puede pensar), y fumar está permitido. Lógicamente, siempre tienen baño (el cual también es enorme) y a veces las camas son redondas o giratorias (pero en esas hay que pagar más). Todo está preparado para que no tengas que preocuparte y así puedas salir rápido, como si nada hubiera pasado. Todos tienen múltiples entradas y parking, para que puedas llegar e irte sin que nadie te vea. Los Love Hotels suelen estar todos apiñados en el mismo lugar, y las calles de la zona están desiertas.

Lo mejor de los Love Hotels es que son muy baratos. Aunque resulte sorprendente, es una muy buena opción para los mochileros. Normalmente se pagan por horas, pero también se puede pedir que te hagan precio por quedarte una noche, y sigue saliendo más barato que otro hotel de las mismas características. Estos hoteles no se anuncian en internet y no se pueden reservar, y muchas veces no te dejan quedarte más de una noche, porque su actividad más rentable es durante las horas diurnas. Es por eso que no tienen armarios! Además, como los coreanos son tan exquisitos con la limpieza, puedes estar seguro de que todo está impecable.

Charlie y yo nos hemos quedado dos días en uno de estos “hoteles del amor”, y estamos muy contentos con la elección. Eso sí, hay objetos de la habitación que por supuesto no hemos tocado. No está para nada destinado a los turistas, así que la “madame” de la recepción resultó estar más bien ilusionada con nuestra presencia. Creo que nunca nadie le había solicitado un servicio de lavandería, así que me ha dejado utilizar la lavadora gratis. Aquí seguro que no te van a molestar para que cojas ningún paquete turístico, y supongo que no tendrán mapas de la ciudad.

Es curiosa la sociedad asiática. Cómo de estricta debe ser su educación para que hayan proliferado decenas de Love Hotels alrededor de todas las estaciones de bus y tren de Corea. Los “holetes del amor” no son algo aislado, porque hay montones de ellos, y no son necesariamente para las “putis”. Los utiliza la gente normal, las parejas jóvenes. Deben estar bastante frustrados para necesitar todos esos acompañamientos a la hora de tener sexo, y también deben tener un montón de prejuicios para tener tantos reparos a la hora de encontrarse con su pareja. Esta mañana mismo, me he cruzado con dos hombres que salían de la habitación de al lado, y mientras íbamos en el ascensor miraban hacia abajo, colorados perdidos, como si se estuvieran muriendo de vergüenza porque les hubiera visto. Ya ves tú, a la vejez viruela me voy a asustar por ver a dos gays…

Desde luego, Asia guarda todavía muchos secretos para mí. La experiencia de alojarnos en un lugar tan raro ha sido una buena introducción a la cultura sexual asiática, la cual ahora me parece misteriosa y bien diferente a la nuestra.

jueves, 28 de abril de 2011

Váteres de Oriente


Repaso general de los lugares donde los seres humanos realizamos esa necesidad fisiológica tan primaria.

INDIA

Estilo Occidental o Estilo Oriental: 90% de estilo oriental. Los váteres a la occidental se encuentran sólo en los hoteles.

Papel higiénico: Desconocido. Para los turistas que visitan la India pasará a ser un bien de lujo. Los indios utilizan un cazo o barreño para lavarse después de utilizar el excusado.

Grado de limpieza: Por lo general, nulo. La gran mayoría de servicios públicos no se han limpiado jamás en la vida.

Estimación de enfermedades: Incontables. Por tierra, mar y aire.

Particularidades de la taza: Normalmente es la versión primitiva del actual modelo asiático. En India no son mucho más que un agujero en el suelo que irradia intensos aromas.

Intimidad: Poca o ninguna. La escasez de puertas o compartimentos hacen de la excreción humana un evento en sociedad.

Nivel tecnológico: Inexistente. Cisternas precarias o ausentes. “Tirar de la cadena” en India se hace con el mismo cacillo que utilizaste para lavarte (el cual tampoco se ha limpiado nunca).

Accesos públicos: Bastantes. Hay baños públicos en las calles y en todas las estaciones de tren y autobuses. Sin embargo, para entrar hay que pagar. Después de pasar el umbral de la puerta te preguntas a qué diantres se destina tu dinero, porque definitivamente no es a conservar los váteres limpios.

Evacuación: Debes retirar tu excreción con el cazo común. A veces se da el caso que la persona que visitó el excusado antes que tú tenía prisa y por eso no tuvo tiempo de hacerlo. Más bien las 100 personas anteriores tenían prisa, así que el panorama que te encuentras no es de extrañar.

Presencia de escobilla: Si. La mayoría de sitios cuentan con una. Su estado y antigüedad es otra cosa.

Ambiente (ventilación): Muy bajo. Pocos ventiladores y poca o ninguna renovación del aire.

Recomendaciones: Se recomienda encarecidamente no sentarse jamás en los baños públicos, y siempre llevar consigo un rollo de papel higiénico.

Ejemplos gráficos: El olor del WC de los trenes de la clase “Sleeper” de la India es más insoportable que todo el olor a basura, heces de animales de la calle, comida podrida y durians juntos. Es tan sumamente pestilente que te revuelve el estómago y se te queda en las fosas nasales durante dos días. Y las largas jornadas en tren de más de 12 horas te obligarán a entrar antes o después.


MALASIA

Estilo Occidental o Estilo Oriental: Mitad y mitad. Posibilidad de elegir en la mayoría de baños públicos.

Papel higiénico: Todo depende de la suerte. A veces habrá y otras no. Si hay papel, la calidad tampoco es la mejor. Si no hay, habrá un pequeño cazo para lavarse.

Grado de limpieza: Aceptable en la mayoría de ocasiones. Pueden encontrase baños asquerosos y también baños de ensueño, con metros de papel higiénico y otras facilidades. En un 99% de las veces hay papeleras y en baños de alta gama hay una mujer que limpia la taza después de cada uso.

Estimación de enfermedades: No muchas, a simple vista.

Particularidades de la taza: Puede ser el estilo oriental, es decir, de agujero en el suelo, pero siempre son de obra, en cerámica o metal. Los de estilo occidental tienen el asiento de la taza cerrada.

Intimidad: Alta. Compartimentos con puertas para asegurar la privacidad.

Nivel tecnológico: Aceptable. Una cadena que funciona y poco más.

Accesos públicos: Bastantes. En todas las estaciones y centros comerciales. Sin embargo, la mayoría son de pago. Los servicios del metro están impecables.

Evacuación: Al tirar de la cadena, el agua sale desde la taza y forma una espiral para eliminar el desecho.

Presencia de escobilla: Media. No son tan comunes.

Ambiente (ventilación): Aceptable. Los compartimentos no están cerrados y normalmente hay un pequeño ventanuco en la sala para facilitar la renovación del aire.

Recomendaciones: Llevar papel higiénico o en su defecto kleenex, porque nunca se sabe. No sentarse en la taza en la medida de lo posible.

Ejemplos gráficos: Los baños del centro comercial de las Torres Petronas de Kuala Lumpur es sin duda uno de los mejores del mundo. Una colección de cremas, perfumes y toallitas húmedas espera en el lavabo al salir del WC. El lugar brilla como los chorros del oro.


SINGAPUR

Estilo Occidental o Estilo Oriental: La gran mayoría de estilo occidental. El estilo oriental es raro.

Papel higiénico: Siempre. En todos los baños y jamás de baja calidad. Lo de lavarse con un cacillo no se estila en absoluto.

Grado de limpieza: Máximo. Allí servicios son el modelo de perfección a seguir de cualquier otro WC del mundo.

Estimación de enfermedades: Ninguna. Es posible que en Singapur hasta las enfermedades transmitidas por váteres estén prohibidas.

Particularidades de la taza: El asiento de la tapa siempre es cerrado y muy cómodo.

Intimidad: Muy alta. Siempre compartimentos cerrados y un pestillo que asegura una completa privacidad.

Nivel tecnológico: Normal. Todos son baños con cisterna en la espalda y funcionan muy bien.

Accesos públicos: Bastantes. En el metro y en todas las estaciones de transportes. No hay muchos de pago y la calidad es excelente.

Evacuación: Al tirar de la cadena, el agua sale desde la taza y forma una espiral para eliminar el desecho.

Presencia de escobilla: Sí, la mayoría de las veces. La escobilla tiene pinta de ser cambiada muy a menudo.

Ambiente (ventilación): Muy bueno. Alta presencia de ventiladores y ambientadores para mejorar el olor del lugar.

Recomendaciones: Sentarse y relajarse.

Ejemplos gráficos: Una vez, haciendo cola en el baño de un bar en Singapur, me dí cuenta que las chicas sólo hacían cola en una de las dos puertas. Le pregunté a una “¿Qué pasa? ¿Hay uno que no funciona?”. La chica contestó “Sí funciona, pero no hay papel”. Alguien debió escucharlo porque acto seguido una camarera apareció para reponer el papel que faltaba.


VIETNAM

Estilo Occidental o Estilo Oriental: La mayoría son estilo oriental. Normalmente sólo en los hoteles se encuentra el estilo occidental.

Papel higiénico: No muy común. Todas las vietnamitas llevan toallitas húmedas o pañuelos en el bolso. También hay un cazo para lavarse y a veces hasta una pequeña manguera.

Grado de limpieza: Depende. En los hoteles y las casas los baños están muy limpios. En las estaciones y otros baños públicos aún hay trabajo por hacer.

Estimación de enfermedades: Número normal. Mejor no sentarse por lo que pueda pasar.

Particularidades de la taza: Los de estilo oriental son siempre de obra, todos de cerámica.

Intimidad: Tirando a baja. En las estaciones y baños públicos no hay ni compartimentos ni puertas, así que básicamente se orina delante de gente.

Nivel tecnológico: Bajo. Las cisternas funcionan bien pero poco más.

Accesos públicos: Lo normal. Hay veces que no se encuentran baños públicos en la calle. Hay muchos que son de pago pero un trozo de papel higiénico está incluido en el precio.

Evacuación: La cisterna del estilo oriental deja caer agua hacia el agujero para eliminar el desecho.

Presencia de escobilla: Escasa.

Ambiente (ventilación): Aceptable. Hay varios ventanucos en el lugar para permitir la renovación de aire y algunos ventiladores.

Recomendaciones: Llevar pañuelos y perder la vergüenza al orinar delante de otras chicas.

Ejemplos gráficos: En una estación de autobús perdida en algún punto entre Ho Chi Minh y Dalat, en el servicio de mujeres había unos 12 agujeros de estilo oriental, sin compartimento alguno, así que todas estábamos orinando las unas delante de las otras. El problema es que no me pareció que estuvieran bien construidos, porque estaban demasiado juntos… Varias mujeres obesas haciendo pis al mismo tiempo se hubieran rozado las nalgas durante dicho acto. Menos mal que las vietnamitas son muy estilizadas, y yo también.


CHINA

Estilo Occidental o Estilo Oriental: Más de estilo oriental que de occidental.

Papel higiénico: Bastante común. Pero la calidad es lamentable.

Grado de limpieza: Aceptable la mayoría de veces. En ocasiones hay sorpresas desagradables. En el metro los baños son nuevos y están muy limpios.

Estimación de enfermedades: Pocas, pero a saber. Como en todos sitios.

Particularidades de la taza: De metal o de cerámica

Intimidad: Depende. La mayoría de veces son compartimentos y la puerta se puede cerrar con pestillo, pero también hay WC comunes donde se ve todo, sólo separados por un mini panel para evitar lo de Vietnam: rozar las nalgas propias con nalgas ajenas.

Nivel tecnológico: Bajo. Las cisternas funcionan bien pero nada del otro mundo.

Accesos públicos: Muchos. Cada 500 metros hay un baño público en la calle, y normalmente en las grandes ciudades la limpieza es aceptable. Nunca son de pago.

Evacuación: La taza siempre está bastante llena de agua y al tirar de la cadena, el agujero absorbe el agua sucia y un agujerito con chorro a presión termina de eliminar el desecho.

Presencia de escobilla: Nunca.

Ambiente (ventilación): Suelen ser baños muy grandes con muchos sanitarios, y la mayoría de veces hay ventiladores o ventanas para renovar el aire.

Recomendaciones: Llevar kleenex para no usar el papel grisáceo con textura de lija que hay disponible. Evitar sentarse por lo que pueda haber.

Ejemplos gráficos: El baño de nuestra habitación de hotel en Hong Kong era tan pequeño, que podías estar sentada en la taza, lavarte los dientes y ducharte al mismo tiempo. En el Pabellón de China de la Expo de Shanghái, las tazas eran redondas y no ovaladas, algo curioso y moderno.


COREA DEL SUR

Estilo Occidental o Estilo Oriental: 50-50. En todas partes están ambos, para dar la posibilidad de elegir.

Papel higiénico: Siempre. Un rollo para cada váter y otro rollo fuera por si acaso. La calidad es excelente. La mayoría tiene un chorrillo de agua que sale de la taza que te limpia las nalgas con sólo apretar un botón (o a veces, incluso cuando el propio váter estima que ya debes haber terminado).

Grado de limpieza: Muy alto. En los hoteles, en el metro, en las estaciones de servicio, siempre están impecables. Hay papeleras y la gente es educada, así que es difícil encontrar baños sucios o que huelan mal.

Estimación de enfermedades: Pocas.

Particularidades de la taza: El asiento de la taza está abierto en la parte delantera, y a veces están acolchados.

Intimidad: Mucha. Siempre hay compartimentos cerrados y con pestillo, nunca comunes.

Nivel tecnológico: Muy alto. En el lado derecho hay un panel con montones de botoncitos con diferentes funciones. Se puede poner música para evitar que fuera escuchen lo que está pasando dentro de tu compartimento. También puedes accionar el chorrillo de agua para limpiarte. Hay muchos que calientan el asiento para mayor confort. Otro botón higieniza la tapa o la cubre con un plástico transparente nuevo. Sin embargo, es complicado tirar simplemente de la cadena, ya que tanto botón confunde. Al lado del papel hay un botón rojo que puedes pulsar en caso de que necesites asistencia, y que te pone en contacto con personal de servicio en unos segundos.

Accesos públicos: Por todas partes. En el metro, en las estaciones, en la calle. Todos están impecables.

Evacuación: Hay de todo. Están los de la taza que siempre está bastante llena de agua y al tirar de la cadena, el agujero absorbe el agua sucia y un agujerito con chorro a presión termina de eliminar el desecho. Otros son de los que al tirar de la cadena, el agua sale desde la taza y forma una espiral para eliminar el desecho.

Presencia de escobilla: Sorprendentemente, no hay muchas.

Ambiente (ventilación): Muy bueno. Ventiladores potentes y muchas ventanas para renovar el aire.

Recomendaciones: Leer algún manual de instrucciones para saber cómo se utilizan los botones del váter.

Ejemplos gráficos: Yo no he leí ningún manual, así que a veces tuve que irme tras intentar desesperadamente tirar de la cadena, después de haber pulsado todos los botones sin éxito.

martes, 26 de abril de 2011

A tus pies, Asia


En la mayoría de países del mundo, los pies son considerados como la parte más sucia del cuerpo. En algunos lugares, como en la India, los pies son además impuros. Las religiones también tienen en cuenta esta zona, y por ejemplo los budistas prohíben señalar a Buda con el pie. En Tailandia no se deben poner los pies sobre la mesa porque es casi un insulto para los tailandeses.

Pero todo esto no quita que los pies puedan embellecerse. Yo siempre he tenido una obsesión secreta con los pies, así que en verano se me puede ver distraída observando los pies de la gente, ya que el calor del sur de España invita a la danza de miles de pies semidesnudos en chanclas.

Asia tiene su propia obsesión “piecil”, pero en este caso en la forma de vestirlos. Puedo informar con un dato empírico: Asia es el continente con mayor número de zapatos de tacón por metro cuadrado. Incluso puede llegar a pasar que a una le apetezcan unas bailarinas planas, entrar a una zapatería, y que los tacones no bajen de 5 centímetros. Imposible encontrarlas. A las asiáticas les fascinan los taconazos, y cuanto más peligrosos, mejor. No es difícil ver a chicas subidas en aterradoras agujas de 12 centímetros corriendo por las escaleras mecánicas del metro, en una mezcla de maestría y magia, sin caerse y sobre todo sin perder la elegancia en ningún momento. Desde Malasia a China, pasando por Vietnam, Corea y Singapur, los tacones son la prolongación del cuerpo femenino, lo cual hace que su repiqueteo al caminar ya sea parte de la banda sonora de este continente, siempre seductor y fascinante.

domingo, 24 de abril de 2011

Casualidades de aniversario


Hoy hace 3 años que Charlélie y yo nos dimos el primer beso, en una habitación de piso de estudiantes de Päivänpaiste, en Turku, durante nuestro intercambio Erasmus en Finlandia. Ese día, jamás nos hubiéramos creído que exactamente 3 años después estaríamos en Gyeongju, una pequeña ciudad de Corea del Sur, durante un viaje alrededor del mundo.

Gyeongju no tiene más de 270.000 habitantes, así que no hay ni rascacielos ni grandes avenidas. Sin embargo, hay bastantes hotelitos porque es una ciudad con actividad turística. Nuestro alojamiento es un albergue para jóvenes agradable y barato que encontramos por casualidad. Estaremos aquí 3 noches antes de volver a Seúl para seguir descubriendo Corea.

Hay 193 países en el mundo, si no me equivoco. Esos países tienen, lógicamente, una bandera. Pues lo curioso es que sólo una de esas banderas, entre todas las opciones que hay, está hondeando en una de las farolas de la calle del albergue, justo a dos metros de la puerta: la bandera de Finlandia. La bella y gélida Finlandia que me hizo encontrar al francesito que venía de una isla tropical… Y que me ha hecho tan feliz todo este tiempo.