jueves, 20 de enero de 2011

Malasia - llegada al Sudeste Asiático


El día 9 de enero volamos desde Bangalore a Kuala Lumpur. En un principio ni siquiera habíamos planeado venir a Malasia, pero por recomendaciones de gente al final decidimos empezar por aquí nuestro periplo en el Sudeste Asiático.

No nos extraña el shock al llegar a Kuala Lumpur (o "KL", como la llaman los jóvenes) después de 5 semanas en la India. Esta ciudad es limpia y ordenada, los coches siguen las señales de tráfico (lo más importante, no pitan constantemente!!), las carreteras son magníficas (con qué suavidad se viaja en autobús!!) y una selva de rascacielos de cristal te recibe nada más entrar. Menuda diferencia de paisaje. Cuando llegamos a la estación central, cogimos un taxi hasta nuestro hostal, que está en una de las calles principales del barrio de Chinatown. El sitio es un albergue para jóvenes mochileros, y la verdad es que es super agradable. Todos son occidentales, y eso hace bien, porque ya teníamos ganas de poder tener conversaciones en un inglés decente (y como también hay bastantes franceses y algunos españoles, pues también en nuestro propio idioma) y no el hinglish. Aunque los baños son compartidos, están bastante limpios y no he visto ni una sola cucaracha (excepto en la calle, pero sólo salen por la noche). Sin embargo, en esta ciudad hace muchísimo calor durante todo el día, así que dormir se hace bastante pegajoso... Y es que en esta parte del mundo no hay invierno, y si te pones, tampoco primavera ni otoño, sino un verano continuo, húmedo e hirviente.

La población de KL es una mezcla curiosa de colores. Hay muchos indios y muchos chinos, y luego están los malayos. Los malayos, si hay que describirlos físicamente, entonces serían una mezcla de las otras dos comunidades: tienen la piel tostada de los indios y los ojos rasgados de los chinos. Y el resultado de este "mejunge" da algunos buenos resultados. Esa expresión que tenemos en español de "es [más feo que] un feto malayo" no es justa con los malayos en absoluto (para empezar porque los fetos son feos de todas maneras). Las muchachas malayas por lo general son monísimas, porque son asiáticas pero no tienen los rasgos tan fuertes como por ejemplo las chinas o las japonesas. Eso sí, cuando una china es guapa es de verdad un bombonazo. La comida es igual, mezclada pero no revuelta. Y ahora que he probado la comida china de verdad, puedo decir que todo está delicioso!!

Por supuesto, ya he visto las Torres Petronas en vivo y en directo, y si, si, si: son impresionantemente grandes. Hasta hace poco, eran los edificios más altos del mundo (ahora es el Burj Khalifa de Dubai), así que os podéis hacer una idea... Tienen el famoso "skybridge" en las plantas 41 y 42, y ese sí que es el puente más alto del mundo. Ese es el punto más alto al que los visitantes pueden acceder, y lo mejor, es gratis! En la base de las torres hay una galería comercial de lujo - Armani, Louis Vuitton, Chanel... Y una cosa digna de recordar, y que me hizo derramar una lagrimilla mientras pensaba en mi sufrimiento con los baños de la India: el mejor baño público que jamás he visto, y mira que he visto cientos. Ni el baño de mi propia casa (que la Lupe me perdone!). Un váter impecable, en el que no tenías ni que tocar para tirar de la cadena porque funcionaba con un sensor de movimiento. Luego, sobre el lavabo había una colección de cremas de diferentes aromas y botes de perfume (los olí todos y me embadurné en algunos), y al lado de la puerta estaba el típico apartado donde las mamás cambian los pañales a sus bebés; bien, ahí había una sabanita blanda y un montón de pequeños tarritos con talco, cremita de lavanda, aceite de bebé, y toallitas húmedas... En fin, después de 10 minutos observando esas tonterías salí de allí sin el olor a orín putrefacto incrustado en la pituitaria de los baños de la India (y que se quedaba ahí durante 2 días). Aaay, pequeños placeres de una en un viaje cucarachero...

Habíamos planeado quedarnos 5 días en Kuala Lumpur y después ir a Singapur por 3 días. Pero aquí en el albergue conocimos a Clement, un chico francés, y nos comentó que Willy, el dueño del albergue (llamado "Birdnest"), está renovando un hotel que se encuentra en la misma calle que el Birdnest. Nos dijo que Willy buscaba a alguien que hiciera un mural en la última planta de dicho hotel y la idea me encantó, así que en cuanto me lo crucé en el pasillo me ofrecí para pintarlo. La cosa es que Willy ha recuperado el hotel Lok Ann, que era un hotel de 5 estrellas en los años 50, situado en el centro del Chinatown de Kuala Lumpur. El hotel estaba en muy malas condiciones así que está haciendo grandes reformas en este momento. Básicamente, quiere recuperar la esencia del Lok Ann, pero lo que a él le gusta es la gente joven y los mochileros. Como el Lok Ann son 3 plantas, ha decidido que los dos primeros pisos van a ser el hotel Lok Ann, en plan chic (hotel de verdad, vamos), y que la última planta será el Birdnest 2, para seguir alojando a mochileros a un precio más bajo (porque son dormitorios de 3, 4 y 5 personas). El día antes de irnos a Singapur, Charlélie y yo empezamos a tener un montón de ideas sobre cómo podríamos ayudar a Willy en dicha renovación, desde los colores y la decoración, hasta la organización y los pequeños detalles de este hotel (que en realidad es hotel y albergue al mismo tiempo). Durante los 3 días que estuvimos en Singapur, anotamos todas las ideas y al volver a Kuala Lumpur, se las propusimos a Willy, y la mayoría le gustaron mucho!! Así que los últimos 3 días he comenzado a pintar las habitaciones del Birdnest 2 con colores y formas divertidas. Ya llevo dos habitaciones de las 7 que hay que hacer, más luego una sala común que tendrá un mural mucho más trabajado (y al que tendré que dedicar más tiempo). En las dos primeras plantas, el Lok Ann en sí, Willy (que es chino) quiere reflejar la esencia del lugar, decorando las habitaciones con un estilo "retro" de la China de los años 50. Bien, ahí hay un pequeño problema, porque tengo dudas de cómo es el estilo retro de Occidente, así que de China ya apaga y vámonos. No tengo ni idea. Así que estos días, Charlie y yo estamos investigando para ver qué muebles debemos comprar o cómo vamos a decorar o pintar las paredes. Lo guay es que vamos a estar alrededor de un mes en Kuala Lumpur, y no vamos a pagar alojamiento!!

Yo quería algo así: quedarme en una ciudad, disfrutarla bien, conocer a la gente local y meterme de lleno en algún proyecto agradable. El problema de nuestro viaje en India es que fue muy cansado, cambiando de ciudad cada dos o tres días, con transportes larguísimos e incómodos. Prefiero ver menos países durante este viaje, pero verlos bien, o centrarme en unas pocas ciudades que ofrezcan muchas cosas. Kuala Lumpur es una de ellas, definitivamente.

Prometo escribir más a menudo (había estado dos semanas sin publicar en el blog!) y contar con más detalles. Pero lo más importante que tengo que decir es que la Luna de Asia ya está en Asia, y pufff... Por el momento, le encanta!!

1 comentario:

Elsa974 dijo...

ahh, eso me gusta mucho !! j'étais sûre que cette ville et l'arrivée au birdnest allait vous plaire. Je suis d'accord avec toi quand tu dis qu'il vaut mieux voir moins et mieux plutôt que mucho y mal... :o)
Profitez de ce temps productif, allez manger au vieux resto chinois "old china cafe" du bout de la rue(pour vous inspirer de l'ambiance, montez à l'étage pour jeter un oeil) et prenez plein de fotos!!! On pense bien à vous, éclatez-vous bien!
Bises