miércoles, 4 de mayo de 2011

Corea del Sur – la exquisitez de Asia


Después de la inmensa y agitada China, nuestro siguiente destino fue algo más calmado: Corea del Sur. Llegamos a su capital, Seúl, que pese a ser una ciudad enorme, parece mucho más tranquila después de haber visto monstruosidades como Shanghái o Pekín. Era el momento de descansar un poco, ya que los pasados dos meses en Vietnam y China fueron un no parar, y estábamos agotados.

Corea del Sur es el resumen perfecto de 5 meses en Asia, por tres motivos: uno, la comida es da las mejores de todo el continente y también una de las mejores del mundo entero (doy constancia de ello!); segundo, la acogida por parte de los coreanos es espectacular; y tercero, Corea tiene guardada toda la belleza de Asia, que la hace tan exótica a los ojos occidentales.

La gente en Corea te llega al corazón quieras o no. Los coreanos son educados, atentos, ordenados y minuciosos. La gente te mira por la calle, pero tienen ese toque tímido que enamora. Muy poca gente sabe chapurrear algo de inglés, pero cuando tienes un problema se esfuerzan mucho por ayudarte, incluso si es alguien con quien te acabas de cruzar por la calle.

La primera semana estuvimos en Seúl, y después bajamos al sur, a Busan, la segunda ciudad de Corea. Allí nos quedamos en casa de “Paco” (bueno, en realidad de llama Taiyoung), con el que contactamos por CouchSurfing. Paco es un chico coreano que había vivido en Barcelona durante un año como estudiante de intercambio, y hablaba español casi perfectamente. Nos enseñó la cultura coreana de una forma muy original: nos llevó a un mercado de pescado y marisco donde todo estaba vivo, es decir, veías a los peces ahí en sus peceras, y tú los elegías. Te los metían vivos en una bolsa y subías al segundo piso, donde había un restaurante, y te cocinaban lo que habías comprado y te lo servían con las bebidas. Más fresco, imposible!! Allí es donde comí pulpo vivo, ya que incluso si estaba troceado, los tentáculos se movían en el plato cuando llegó a la mesa, y ahí se estuvieron moviendo durante 30 minutos! Muy curioso, las ventosas se te pegaban a la lengua! Aunque es de las cosas más raras que he comido, la historia resultó estar bastante buena! Luego nos llevó de fiesta con un amigo suyo, y bebimos bastante cerveza con soju, el alcohol típico de Corea. Fueron un par de días geniales en casa de Paco, ya que nos trató divinamente. (Ver el vídeo de Charlie!)

Después fuimos a Gjeoungju, donde nos quedamos en un albergue súper simpático durante 4 noches. Como hacía muy mal tiempo, sólo vimos las cosas más importantes y paseamos poco por esa pequeña ciudad. Nos lo pasamos genial con la gente, y el dueño cocinó todos los días para todo el mundo, así que no pagamos casi nada en comida!

Antes de volver al Seúl, pasamos dos días en Jeonju, donde cada año hay un festival de cine internacional muy conocido. No vimos muchas películas, pero si tengo que destacar algo, es que no recomiendo nada ver la “Autobiografía de Nicolae Ceausescu”, porque es un coñazo monumental (nos quedamos sobaos en la sala de cine, qué eternidad por dios!).

Después de Jeonju volvimos a Seúl por un par de días antes de coger el vuelo a Los Ángeles. Nuestra última noche cenamos con Sebastian, un chico inglés que conocimos en el albergue de Gjeongju, y con Crystal y Farouk (una chica coreana y un chico francés de origen argelino), a los cuales conocimos en el hotel de Kuala Lumpur, que son una pareja súper maja.

Corea es uno de esos lugares perfectos para ir de vacaciones. Es un país precioso, con una cultura muy interesante. La gente es muy, muy agradable y todo es súper seguro. La violencia es muy rara y no se dan casi casos de robos o atracos. Se puede beber agua del grifo, todo está muy limpio y la comida siempre es de alta calidad. Aparte de eso, en un país muy desarrollado. Charlélie leyó que Corea del Sur es el único país que ha pasado de ser un país que recibía ayudas al desarrollo y que ahora es un país que manda esas ayudas para otros países. En cuanto a tecnología, Corea va una generación por delante de nosotros. Tiene el internet más rápido del mundo, y después de navegar por la red a la velocidad de la luz, volver a una conexión terrenal desespera muchísimo. Los coreanos están locos con los videojuegos, algo que en este país puede ser considerado un trabajo (y bien pagado!), lo cual tiene su especie de "olimpiadas" y todo. En la tele retransmiten partidas de juegos, y la gente se lo toma muy en serio. Curioso! Luego, la gente lleva unos teléfonos mega-modernos, que si conexión rapidísima, que si pantalla táctil de alta definición, así que durante todo mi viaje en Corea me ha dado vergüenza sacar mi Nokia podrido, que a duras penas está en color y que tiene una pantallita minúscula, donde las letras se ven pixeladas.

No sé si es porque hacía bastante frío o qué, pero me ha dado por llamar a Corea “la Finlandia de Asia”, porque tiene las principales características de este país nórdico, pero con mejor comida y ojitos rasgados. Los coreanos son cándidos como los finlandeses (eso no significa que sean bobos, para nada, sino que miran el mundo con los ojos muy abiertos), respetuosos e increíblemente educados. Dicen gracias haciendo una pequeña reverencia, un poco como los japoneses. Son flexibles pero al mismo tiempo son conocidos por ser bien estrictos a la hora de hacer negocios, exactamente como los finlandeses. Además, no creo que sea tanta casualidad, pero el coreano viene del idioma mongol, el cual también es la raíz del finlandés. En Corea te sientes bien, relajado, todo parece fácil. Muy parecido a como me sentí en Finlandia…

Para terminar de la mejor manera con Asia, he tenido la suerte de ver algo que ocurre durante sólo dos semanas al año: los cerezos en flor. Estos árboles son el símbolo no oficial de toda Asia, y están representados en las culturas de China, Corea y Japón. Todos tenemos en la cabeza esa imagen de una acuarela china o japonesa con flores de cerezo. Bien, puedo decir que toda Asia está pintada en acuarela. Justamente los últimos días en este continente, los cerezos estaban en flor. Es la despedida más sutil y elegante que he tenido nunca. Mil gracias…


1 comentario:

paopao dijo...

Me encantan los videos!!