Baño de sirena

Al dia siguiente, Charlélie y yo nos fuimos a casa de unos amigos suyos a pasar la noche. Fuimos a un restaurante "créol" (criollo de la Reunion) a cenar, donde hay que compartir un plato entre dos personas porque para uno es imposible de terminar! Todo estaba delicioso. Despues nos fuimos a dormir a casa de Carlo y Cédric, que viven en un "case" (pronunciado "caz" en criollo) donde cultivan sus propias verduras y hasta tienen pollos que ponen los huevos que consumen. Al dia siguiente nos levantamos a las 6:30 para tomar todos juntos un desayuno basado unicamente en... chocolate!! Despues de reposar un poco, Cédric nos llevo a Saint Leu, el pueblecito de al lado de su casa. A las 8 de la mañana estabamos metiendonos en el agua, en una playa super bonita y de aguas tranquilas, y la temperatura perfecta. Cédric nos dejo a cada uno las aletas, las gafas y el tubo para bucear. Y ahi empezo el que es hasta ahora el mejor buceo de mi vida: un paisaje marino de corales y algas, que daban la impresion de hacer calles y caminos bajo el agua. Asi que empecé a perderme por esas "callejuelas", siguiendo a los peces mas raros que encontraba, o a los que mas colores tuvieran. Por poner algunos ejemplos, habia unos peces negros que se te quedaban mirando, como protegiendo su parcela de coral. Luego habia otros con puntitos marrones, beige y blanco, que se quedaban sobre una roca de los mismos tonos, mirandote, como diciendo "je, je, sé que no me puedes ver, con este magnifico camuflaje"... Pero obviamente yo me quedaba mirandolo como "si que te veo!!!" jajaja!! Tambien habia otros que tenian la cabeza grande y un monton de lineas de colores fluorescentes, un poco cara de bobo y que echaban arenilla por la boca. Y el que mas me gusto fue uno que se parecia a un pez luna pero mas pequeño, en color azul y con las aletas doradas. Ese fue el mas raro que vi. Por supuesto, no he descrito ni la mitad de peces que vi, y ni mucho menos podria describir la sensacion que tuve durante esa hora y pico que estuve buceando... Solo decir que volvi a descubrir lo que ya sabia cuando era niña, y que habia olvidado durante todos estos años: que cuando sea mayor, quiero ser una sirena. O mejor dicho, que como ya me hice mayor, ya lo soy...