A mis 22 primaveras ya puedo poner libremente aquel ejemplo de "Eso es como montar en bicicleta; nunca se olvida", aunque personalmente ni siquiera he tenido tiempo para que se me olvide. Hoy hace una semana que aprendí, tachando una cosa más en mi lista de "cosas pendientes".
Qué duro fué. Creí que no podría durante los 15 primeros minutos encima de la bicicleta. Aparte del miedo terrible me sentía un pato ridículo. Venga, vamos, poquito a poco. ¡Y ya me ví pedaleando sin tu ayuda! Sin tu mano en mi espalda, y tú agotado corriendo a mi lado. Ayer ya me consolidé como ciclista profesional, fuí a parar al suelo y ahora contemplo mi herida de guerra, mi herida de la victoria. ¡Volvimos a casa pedaleando pese a ello!
Cumpliste tu promesa. Gracias, ¡mil millones de gracias! De aquí al Tour de Francia, pero hablando francés perfectamente...
Qué duro fué. Creí que no podría durante los 15 primeros minutos encima de la bicicleta. Aparte del miedo terrible me sentía un pato ridículo. Venga, vamos, poquito a poco. ¡Y ya me ví pedaleando sin tu ayuda! Sin tu mano en mi espalda, y tú agotado corriendo a mi lado. Ayer ya me consolidé como ciclista profesional, fuí a parar al suelo y ahora contemplo mi herida de guerra, mi herida de la victoria. ¡Volvimos a casa pedaleando pese a ello!
Cumpliste tu promesa. Gracias, ¡mil millones de gracias! De aquí al Tour de Francia, pero hablando francés perfectamente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario