viernes, 10 de junio de 2011

Canadá - Nuestros amigos de Norteamérica


La diferencia entre Estados Unidos y Canadá se percibe nada más subir al autobús para cruzar al país vecino. Para empezar, el Greyhound que había sido nuestra pesadilla las últimas semanas tiene en su versión canadiense unos vehículos cómodos, limpios y modernos. Hay mucho más espacio para las piernas y además, hay wi-fi, el cual funciona bastante bien y hace el viaje más ameno. Además, el conductor era mucho más agradable, sin tatuajes ni dientes de oro. Nuestros compañeros de viaje eran en su mayoría francófonos con ese gracioso acento de la provincia de Quebec.

Los 4 primeros días de nuestro paseo por Canadá fue en Montreal. Tuvimos suerte con el tiempo al principio, pero el último día llovió y hacía mucho viento. La ciudad es muy coqueta, con un toque europeo particular. Lo curioso de Canadá es eso, que en cierta manera te hace sentir en Europa, y es por eso que a los europeos nos gustan tanto los canadienses. Sólo por el hecho de que no haya tantas armas de fuego como en Estados Unidos, se respira seguridad a la europea en este bonito país de Norteamérica. Incluso si no vimos toda la ciudad, Montreal tiene pinta de ser un lugar agradable para vivir. Y después de haber escuchado el acento “quebecois” durante esos días, y sobre todo, de haberlo entendido, ya puedo decir que el francés no se me resiste.

Después de Montreal, viajamos hacia la provincia de Ontario para visitar a la familia de Charlie. Su familia de Vietnam se reparte en 3 continentes: los que quedan en Vietnam, y que conocimos cuando estuvimos allí; los de Francia, divididos entre París y Marsella; y los de Norteamérica. La tía Hang, su marido Ba An, y sus dos niñas nos recibieron y se encargaron de presentarnos al resto de la familia. Así conocimos a los hermanos de Hang y a su descendencia, los que podemos llamar los primos segundos de Charlie. La acogida fue maravillosa. Si habíamos pensado que la familia de Vietnam había dejado el listón demasiado alto, la familia de Canadá lo igualó. Todo el mundo fue muy agradable y cariñoso con nosotros. Un día, el hermano de Hang nos invitó a comer sushi con su familia. La tía Loane me invitó a su salón de belleza para hacerme un tratamiento facial que me dejó la piel perfecta, y luego la hermana de Hang preparó una reunión en su casa, donde Charlie tuvo la oportunidad de charlar con sus primos, los cuales son de más o menos la misma edad. Fue muy interesante conocer a la nueva generación, que viaja y habla varios idiomas, y se sienten tan vietnamitas como canadienses. Toda la familia fue muy acogedora, y este encuentro fue muy emocionante. Yo sé que para Charlie era muy importante conocerles. Me dio mucha rabia no haber tenido dinero suficiente para llevarle regalos a todos, para agradecerles su hospitalidad.

La mayoría del tiempo lo pasamos con Hang, su marido y sus dos niñas. Un día nos llevaron a ver un show medieval y nos lo pasamos súper bien, y otro día el marido de Hang nos llevó a las cataratas del Niágara, que son impresionantes (es increíble la cantidad de agua que hay!!). Las niñas de Hang fueron un encanto: Thao, de 13 años, es una niña brillante y muy guapa, que a su edad ya habla inglés, vietnamita y francés perfectamente, y además hace Kung Fu y otros deportes, y consigue compatibilizar todo para tener unas notas excelentes en el colegio. Thao tiene una conversación muy interesante y nos fascinó lo educada y fina que es, toda una señorita. Luego, la prima pequeña de Charlie, se llama Thoa y tiene 4 años. Thoa es una niña preciosa e inteligente, tan educada como su hermana, y con un graciosísimo sentido para la moda – elige su propia ropa y siempre escoge los complementos del mismo color!!

La familia vive en Mississauga, a 40 minutos de Toronto. Es por ello que la última noche en Canadá decidimos pasarla en Toronto, para conocer también esta ciudad. Allí quedamos con Molly, una prima de Charlie, que nos llevó a dar una vuelta por el centro de Toronto, a jugar a los bolos (nuestra primera vez!! Nos encató!!), y después a cenar con su novio Steven. Molly habla francés perfectamente y fue genial pasar un rato con ella.

Canadá es como una mezcla entre Europa y Estados Unidos, como si hubiera cogido los mejor de ambos. Lo único es que siguen comiendo igual de mal que en USA: menos mal que la familia vietnamita de Charlie nos ha hecho recordar los sabores de los saludables platos de Vietnam!! Muchas gracias a todos: Cảm ơn!!

2 comentarios:

Mirna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mirna dijo...

Como me encanta viajar es interesante poder llegar a otros países. Tuve la posibilidad de ir a EEUU pero no llegue hasta Canada, por eso me importa conseguir recomendaciones y leer diarios de viajes de gente que haya ido. La verdad que yo tuve la posibilidad de recorrer toda la costa este de los EEUU y la verdad ha sido alucinante por eso si pueden obtener vuelos baratos lan para este país la van a pasar increíble